Hace unos cuántos días, mi niña aprendió en la ludoteca el cuento de "Elmer, el elefante de colores".
Este tipo de cuentos enseña a respetar las diferencias. Muestra a un personaje diferente del resto que se siente mal por ello, un poco como el tradicional cuento "El patito feo".
Como dice la viñeta sobre Elmer: para ser feliz no hay que ser igual, para sonreír no hay que ser igual, el color no importará.
Y me quedo con esa idea final, y con la ilusión de que, en la sociedad en general, se vaya trabajando por la igualdad, por el respeto a las diferencias. Para que así seamos capaces de respetarnos unos a otros, de aceptar en lugar de juzgar.
La primera palabra del Corán que se reveló fue "iqra (lee)".
Y es que leyendo, desde pequeños, es como se aprende y como se crece como personas con una mentalidad más abierta.
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