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martes, 22 de marzo de 2016

La música y las canciones

Cuando un musulmán recto y que conoce bien la religión (porque no todos lo saben y no todos lo cumplen) te dice que la música y las canciones están prohibidas te quedas diciendo: "vaya tontería, si eso no tiene nada de malo".
Encontrarás muchos argumentos de porqué está prohibida: porque los instrumentos y la música vienen de Shytan (el demonio), porque es una pérdida de tiempo, porque es más beneficioso escuchar y aprender el Corán, porque no nos aporta nada...
Y aquí mucha gente dirá: hay tiempo para todo, no voy a estar todo el día con el Corán, me relaja escuchar música, etc.
Pero, pensando seriamente, ¿es algo que nos aporta un beneficio? ¿Queremos que ese sea el ejemplo de nuestros hijos?
Cuando escuché a un niño de cinco años (sí, tan pequeño) cantar: quiero tener contigo una noche loca y besar tu boca; y escuché a varios niños de la misma edad decir que les gusta besarse con su novio/a y cosas similares; ¡no me lo podía creer!
Pero ¡padres y madres!, ¿qué comportamiento y valores les enseñamos a nuestros hijos?
Si escuchan canciones que sean acordes a su edad y que les sirvan para adquirir hábitos y valores: higiene, amistad, respeto...
Que Allah nos guíe al camino recto y nos aleje de todo mal, tentación y desvío.
Y que nos ayude a educar una descendencia piadosa, creyente y temerosa.

domingo, 20 de marzo de 2016

¿Qué es lo que realmente nos preocupa?

En nuestro día a día, como musulmanes, como creyentes, tenemos una serie de obligaciones que cumplir, una clase de comportamientos modélicos a seguir, unos comportamientos a evitar, etc.

Cumplimos con nuestros rezos, nuestros ayunos; nos comportamos bien con nuestros padres, amigos, familiares; pero ¿por qué lo hacemos realmente? y ¿lo hacemos realmente bien?

Si cumplimos con todas nuestras obligaciones porque no queremos que nuestro marido, padre, madre, etc. vea que no lo hemos hecho y nos diga algo, aunque sea a modo de consejo, no estamos haciéndolo bien.
Si cumplimos con nuestro rezo al final del día porque antes hemos estado demasiado ocupados, tampoco lo estamos haciendo como deberíamos.

¿Qué nos preocupa?
¿A quién tememos?
¿Por qué hacemos o dejamos de hacer?

Estoy todo el día en el trabajo y no he podido rezar, lo haré todo junto al volver a casa.
Y bien, al menos tienes la intención y sólo Allah puede juzgar si lo haces bien o mal y si te acepta o no tu rezo.
Pero ¿por qué no somos capaces de pedir 5 minutos en el trabajo para hacer nuestro rezo? Otros compañeros tienen varias veces al día 5 minutos para salir a fumar y nosotros somos incapaces de pedir ese tiempo para nuestro rezo obligatorio. ¿Por qué? Porque tenemos miedo a lo que digan de nosotros, a que nos critiquen, a que nos rechacen, a que nos despidan...
¡Tenemos miedo de las personas (compañeros, jefes) pero nos olvidamos de que a quien más miedo hemos de tenerle es a Allah, que puede castigarnos eternamente!

Paso el día corriendo para llegar a mis obligaciones mundanales: que no se me haga tarde para el trabajo, llegar al colegio antes de que salgan mis hijos, pasar por la tienda antes de que cierren...
Pero cuando llega la hora del rezo no nos importa atrasarlo, rezar un poco más tarde cuando termine lo que estoy haciendo, incluso atrasarlo tanto que se nos juntan rezos.
Y una vez más, estamos olvidando que Allah nos llama cinco veces al día y que tenemos que responder, ¡tenemos que acudir a su llamada en el tiempo!
¿Quién nos asegura que más tarde estaremos todavía a tiempo de cumplir con el rezo?
¿Quién nos asegura que la muerte no nos sorprenderá antes de que hayamos cumplido?
¿Por qué no tenemos miedo del castigo de Allah?

Es cierto, hay que preocuparse por todo lo que nos rodea y tenemos que esforzarnos por cumplir.
A nadie le gustaría estar sin trabajo y por lo tanto no tener cómo mantenerse y mantener a su familia.
A nadie le gustaría perder la oportunidad de hacer algo porque hemos llegado tarde.
Y ¿a alguien le gustaría tener que rendir cuentas en el último día por no haber cumplido en su momento?
¿A alguien le gustaría enfadar a Allah y ser castigado en esta vida y en la otra?

Recuerda que Allah todo lo puede y que todo viene de él.
Si pierdes algo por complacer a Allah, Allah sabrá recompensarte dándote algo mejor.

Confiemos en Allah y procuremos cada día ser un poco mejores en cuanto a nuestras obligaciones para con Él; y esforcémonos también por las buenas acciones voluntarias que alegren a Nuestro Señor.

Y Allah es el único que puede juzgarnos, pues él es el que conoce nuestras verdaderas intenciones y todas nuestras circunstancias.
Los demás, todos somos humanos, todos nos equivocamos, y nadie es perfecto, ni en la creencia, ni en la adoración, ni en nada.

No me sale nada bien

¿Cuánta gente se hace esta pregunta sin pararse a pensar que no estamos haciendo lo que debemos para que nos vaya como queremos?
No encuentro trabajo, no encuentro marido/mujer, no tengo una buena situación legal, etc. 
Pero, ¿de verdad crees que lo mereces?
¿Estás haciendo todo lo posible para tener lo que quieres?
Muchas veces una persona (siendo musulmán/a) se ve rodeado de cosas malas, o ve que por más que lo intenta no le salen las cosas como quisiera.
Pero, lo que ese musulmán/a no se ha parado a pensar es que, aunque le pone empeño a lo que quiere conseguir, está descuidando algo mucho más importante: no reza, bebe alcohol, tiene relaciones prohibidas, etc.
Somos musulmanes, creyentes, lo primero que debe preocuparnos es complacer a Allah, obedecerle. Para entonces pedirle y esperar a que nos lo conceda.
De repente, un día, esta persona cambia el ritmo, vuelve al camino de Allah, se arrepiente.
Y también de repente, en cualquier momento, su situación empieza a cambiar y empieza a conseguir aquello que tanto ha deseado.
¿Casualidad?
Cree en Dios, el único sin asociados.
Obedecele, haz lo que te ha ordenado.
Y entonces, pídele, suplica sinceramente confiando en que te responderá, pues es el Todopoderoso.

El rezo, algo tan sencillo que da tanta paz

Para mucha gente el rezo (salat) es algo innecesario, insignificante, sin ninguna importancia.
Pero cuando eres realmente creyente, cuando sientes que tu fe y tu creencia aumentan cada día, es algo que te cambia por completo.
Si no has rezado sientes que te falta algo, no dejas de pensar en que tienes que hacerlo, necesitas cumplir con tu rezo cuanto antes...
Y cuando rezas, esa tranquilidad de haber cumplido con la obligación, ese descanso de no tener nada pendiente, esa alegría de haber hecho lo que deseas... Renueva el aire del corazón.
Y aquí muchos pensarán que estoy loca o que hablo de otra cosa, pero no, estoy hablando de rezar, de la oración, del salat, el segundo pilar del islam y la primera cosa por la que seremos juzgados.
Y es que aunque esté fea la comparación, la fe y la creencia enganchan, aumentan cada instante, y en los momentos de debilidad siempre volvemos a nuestro camino.
El que toma café necesita su café, el que fuma su cigarro...
Y el creyente necesita saber que está haciendo lo correcto, cumplir con la obligación con Allah (Dios)
¿Que tú también te sientes igual? Que Allah te bendiga y siga aumentando tu fe para que cada día seamos mejores creyentes.
¿Que no tienes esa necesidad? Pide a Allah que te guíe al camino recto y que facilite tus asuntos, estudia, busca el conocimiento, acércate a gente que te aporte algo de la religión, y confía sinceramente en Dios que todo puede.

martes, 8 de marzo de 2016

Si no hay Dios, ¿quién lo ha creado todo?

Mucha gente es atea, no cree en la existencia de Dios, cree que todo el universo se ha creado de alguna manera sin creador.
¿Sería posible?

Si miramos la inmensidad de la creación, cosas tan perfectas a las que no podemos encontrarles ningún error, ¿podemos pensar que han aparecido así de la nada?

Aquí es cuando muchos me dirán: no es perfecta, hay muchas cosas que están mal (el hambre, las guerras, las catástrofes, etc.)
Por supuesto que sí, pero eso no es por un defecto en la creación, sino por un defecto en el ser humano, que tiene el corazón tan duro que sólo piensa en sí mismo, en su dinero, en su poder, y no es capaz de pensar en los otros, en el daño que les hacemos, en lo que necesitan, en lo que les podríamos dar...

Pero, en la creación en sí, no existe ningún fallo.
Los seres vivos, en general, y esa capacidad de reproducirse; pero el ser humano en particular: cómo puede crear vida en el interior del útero materno por la unión de células de dos personas completamente diferentes.
La naturaleza: esa inmensidad del mar y el océano, esa línea que divide dos mares sin que sus aguas lleguen a mezclarse.
Lo que nos da la naturaleza: todos los alimentos que comemos, telas con las que abrigarnos, etc.

Y de aquí destaco dos cosas (por no alargarme demasiado) que me vienen a la mente:
- Cómo es posible que una abeja, un pequeño insecto, sea capaz de producir miel, un líquido tan beneficioso para la salud.
- Y cómo el gallo, un inocente animal, es capaz de distinguir el final de la noche al comienzo del alba y avisar con su canto de que está amaneciendo.

¿No es para agradecer a Dios (Allah) por esto y tantas otras cosas que tenemos?
¿No es para pensar que tan perfecta creación tiene que tener un creador que lo haya hecho posible?

Subhana Allah (Gloria a Dios)
Alhamdolilah (Alabado sea Dios)
Allah Akbar (Dios es grande)
La illaha illa Allah (No hay más dios que Dios -Allah-)