Translate

viernes, 25 de noviembre de 2016

Sobre mí...

Salam alaykum wa rahmatu Allah wa barakatu

Empecé mi blog contando quién soy.

El cambio de religión también supuso, y a día de hoy sigue suponiendo, un gran esfuerzo para mi familia.
Especialmente con la polémica del pañuelo, que no comprenden aunque hayan terminado aceptando.
Aún así, el hecho de que no compartan mis ideas, no siempre ha sido algo malo; puesto que aún así he recibido su apoyo, gracias a Dios (alhamdolilah).
En un principio nadie creía en mi fe como musulmana, y sólo esperaban a que cambiase de idea. Pero, a estas alturas, creo que ya se han dado cuenta de que esto no tiene vuelta atrás.
Si me hubiese hecho monja, pienso que para mi familia hubiera sido igual de difícil. Aunque quizás no tanto porque no está tan mal visto como la mala imagen que hay de los musulmanes.

A veces no sé en qué grupo encajo, parece que para ninguno soy "completamente suya". Como se suele decir, hay veces que me siento en tierra de nadie. Por mucho que yo sé quien soy, y soy feliz con ello, tantos cambios y decisiones hacen sentir que ya no perteneces a ningún grupo: ni a las españolas, ni a las musulmanas árabes, ni a la sociedad francesa ahora que vivo aquí... Soy para todos una extranjera. Pero aún así ¡sigo siendo yo!
Y muy a pesar de muchos, la gente sigue sin comprender que se puede ser musulmana y española. Por eso, aquí un vivo ejemplo,

En alguna ocasión he tenido que fingir ser quien no era / soy, y es el peor sentimiento que se puede tener. No hay nada mejor que ser uno mismo y defender siempre nuestras propias ideas.
Es cierto que la sociedad no está hecha para mí, ¡hay tantas injusticias! Pero lo que no pienso permitir es renunciar a quien soy.
Más de una vez me ha tocado decidir influida por algo o alguien, pero no quiero que eso siga siendo así y lucharé por tomar mis propias decisiones. No es bueno decidir para complacer a los demás.

De lo que puedo sentirme orgullosa, siempre, es de haber aprovechado bien mi tiempo y las cosas que me han ido sucediendo.
Por si acaso no hay mañana, mejor vivirlo todo intensamente y aprender de las situaciones. ¡No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!
Puede que sea una persona ambiciosa, pero mejor eso que vivir sin sueños ni aspiraciones.

Hace unos meses pude compartir un vídeo que, para mí, fue muy importante poder compartir gracias a Dios (alhamdolilah).
En él, respondo a las preguntas que más suelen hacerme sobre mi cambio de religión.
Y con esta manera puedo llegar más fácilmente a aquellos que no se atreven a preguntarme directamente, pero que sí hablan a mis espaldas.