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lunes, 18 de diciembre de 2017

¿Dónde quedó la humanidad?

Una de las cosas que me gustan del islam es la hermandad que hay, el apoyo que se le da a un hermano o hermana musulmán cuando está en una situación de necesidad.

Y es que hay un dicho del profeta Muhammad (saws) -hadiz- que dice algo así como: "nadie será un buen creyente hasta que no desee para su hermano lo que quiere para él mismo".

Esta es una frase que tiene mucho que reflexionar.

Hay personas que son muy buenos en las cuestiones del din -religión-. Se esfuerzan por cumplir cada rezo en su tiempo, hacen oraciones voluntarias, dan limosna a quien lo necesita, se ofrecen para ayudar a sus conocidos... Pero luego, se alegran de las desgracias ajenas, son felices viendo sufrir a sus enemigos.
Los hay también que ofrecen un trabajo a un hermano musulmán en sus negocios, dándoles la oportunidad de ganar un dinero lícito -halal- que les permita mantener a sus familias. Pero resulta que esta persona, el buen jefe que ayuda a un hermano con un empleo, termina aprovechándose de él y le paga la mitad del sueldo que merece su trabajo y dedicación.

En este momento, muchas personas estarán pensando: "yo no rezo, pero soy bueno porque no le deseo mal a nadie", "yo no uso hijab, pero mis intenciones son buenas y sinceras".
Y sí, reconozco que también existe este tipo de personas. Pero sólo Allah -Dios- (swt) nos juzgará y recompensará o no en el juicio final.

La reflexión que le encuentro a todo esto, es que ¿dónde está la humanidad?
¿De verdad ayudamos a quien lo necesita sin juzgar primero?
¿De verdad deseamos el bien a los demás?
¿De verdad nos duelen las desgracias ajenas?

Reflexionemos

lunes, 4 de diciembre de 2017

No es oro todo lo que reluce

En muchas ocasiones sentimos admiración por alguna persona y pensamos: "ojalá yo algún día sea como ella/él"
Y está bien fijarse en buenos ejemplos de personalidad para querer mejorar nosotros mismos.
Pero, la verdad, es que no es oro todo lo que reluce. No siempre las cosas son lo que parecen.

Vemos a ese musulmán o musulmana que tiene un gran conocimiento del din, y nos encantaría tener la mitad de conocimiento.  Pero quizás esa persona, a pesar de todo, tiene faltas que no conocemos.

Vemos a ese musulmán o musulmana con un comportamiento ejemplar, que sigue la sunna, que viste adecuadamente... Pero puede que tenga un corazón oscuro y sucio.

Así, podría seguir con una larga lista de ejemplos. Y llegamos entonces al tópico: la fe está en el interior, no es necesario mostrarla, etc.
Pero no es esto lo que quiero decir.

Yo soy de la opinión de que, si tú fe es sincera, poco a poco se deja ver en el exterior (vestuario y comportamiento), porque cada vez tienes mayor fe y te implica más en la religión.
Ahora bien, está claro que cada uno tiene unas circunstancias que sólo él / ella conoce, y puede que no sea capaz de ciertas cosas.
Y yo no estoy aquí para juzgar eso, esa tarea le corresponde a Allah, Dios, el Creador, el Juez.

Lo que quiero decir es que, por mucho que veamos en las personas, para bien o para mal, no sabemos lo que hay en su interior.
Y, a veces, es mejor admirar un buen comportamiento y un buen corazón, que cualquier otra cosa.

Un último consejo, siguiendo un refrán español que resume un hadiz (dicho) del profeta Muhammad (saws): "El que se junta con un cojo, al tiempo si no cojea, renqueante".
Quien se junta con un herrero, olerá como él; y quien se junta con el que vende perfumes, al menos tendrá un buen aroma. (Resumido)

Busquemos en nuestra compañía a aquellas personas que nos aportan algo y que nos hacen bien, que nos ayuden a levantarnos si caemos, y que nos guíen por el camino del din (religión).

Salam alaykum wa rahmatu Allah wa barakatu