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martes, 4 de diciembre de 2018

El diálogo es necesario

Lo he dicho muchas veces y cada vez me doy más cuenta de lo importante y necesario que es el diálogo.
Si no nos abrimos a los demás para que puedan preguntarnos y responder a sus dudas, la gente se conforma con sus prejuicios.
Este blog nació después de mucho responder a la eterna pregunta de por qué me hice musulmana. Se suele pensar que nos interesamos por el islam después de conocer a un musulmán que nos conquista, y esto no siempre es cierto.
Mi historia rompe con 7 mentiras muy comunes:

  • No tengo origen árabe.
  • No soy musulmana de nacimiento.
  • No cambié mi religión por amor.
  • No me obliga mi marido a vestir así.
  • No me paso el día cocinando y cuidando niños, tengo vida más allá.
  • No me relaciono solo con musulmanes.
  • No se me priva de ninguna libertad.
Pero esto es algo que sé yo, y que la gente no puede comprender si no le doy la oportunidad de preguntarme. 

Amanda Figueras quiso explicar en su libro Por qué el islam cosas que cree que todo el mundo debería conocer sobre esta religión. De esto y otras cosas hablamos en esta entrevista

Míriam Hatibi cuenta su historia en su libro Mírame a los ojos. Como la autora me contaba en esta entrevista, la idea de este libro surge tras repetirse el mismo debate en muchas charlas y conferencias. 

Mi libro Un velo de libertad surge de la necesidad de contar mi historia, porque es diferente y porque ha sido la mejor forma de que se me escuche. 

¿El resultado? Que por fin he podido poner voz y responder a cuestiones que nadie se había atrevido a plantearme antes. 

Quizás pensemos que la gente nos juzga con mala intención. En mi caso, es cierto que nadie me preguntó nunca por qué ese interés en el mundo árabe, en los musulmanes y en el islam. Se dio por hecho que yo, al relacionarme con musulmanes, acabé convirtiéndome a su religión. ¿Cómo iba a saber nadie que me acerqué a los musulmanes en busca de respuestas sobre el islam? 

Pero hay que ponerse también en el lugar del otro: ¿quién se atrevería a preguntar los motivos sin que pueda parecer agresivo? A lo mejor, si alguien me hubiese planteado ciertas cuestiones, yo me hubiese ofendido o me podría haber sentido atacada. 

Al final, lo que suele pasar, que unos por otros y la casa sin barrer. Yo no había tenido la oportunidad de contar mis razones, y la gente de mi entorno no se había visto capaz de hacerme las preguntas. 

A día de hoy, mi libro, mi historia, y sobre todo las presentaciones y el contacto con esas personas, me está facilitando mucho esa tarea. Se abre debate, se hacen preguntas, se dan respuestas, y al final queda esa sensación tan gratificante de sentirse comprendida. 

Por eso, un millón de gracias por la oportunidad que me estáis dando de descubrir esta historia. 

Nota importante: fundamental abrir esa posibilidad de diálogo y fomentar el debate respetuoso para compartir el conocimiento. 


martes, 10 de abril de 2018

Nuevos horizontes. ¿Me sigues?

Salam alaykum wa rahmatu Allah wa barakatu
(Que la paz y las bendiciones de Allah estén con vosotros)

Hace tiempo que no pasaba por aquí a escribir nada, y es que algunas veces no se me ocurre de qué hablar, o me sobran cosas que quiero hacer y no hago por falta de tiempo.
El caso es que, hace unos meses, comencé a escribir una novela autobiográfica con el objetivo de desmontar ciertos mitos del islam y las nuevas musulmanas, y también para que sirva de dawah in shaa Allah.
En este tiempo estoy tratando también de encontrar posibles lectores para esa novela, llegar a un público. No, no pretendo hacerme rica porque tengo muy claro que ni es mi objetivo ni se gana tanto con los libros (ni siquiera para ir viviendo).

Pero también soy madre, y soy consciente de las necesidades que tienen mis hijos como musulmanes españoles. Es por eso que estoy preparando algo gratuito que compartiré con vosotros en breve in shaa Allah. Un material con ideas para llevar a cabo en Ramadán con los más pequeños de la casa, desde mi humilde experiencia como madre.

En mi nuevo blog como escritora he dedicado un espacio a todo aquello relacionado con el mundo árabe que tanta gente se empeña en negar, o que no quiere ver. Por ejemplo:

- Este artículo hablando de escritores e historias donde el islam no es algo malo.
- O este otro, donde trato los típicos clichés del mundo árabe.

Pero, sobre todo, el artículo que me gustaría destacar es la entrevista que le realicé recientemente a la periodista Amanda Figueras sobre su libro Por qué el islam. Un libro que debe leer todo aquel que sienta interés por nuestra amada religión, o que tenga curiosidad por saber qué encontramos en el islam los nuevos musulmanes.

Te invito a visitar mi nuevo blog www.lailarmonge.com, porque pronto será allí donde siga escribiendo anécdotas de Mi camino hacia el islam.
Además, si te apetece puedes suscribirte a mi lista de correo, donde te iré contando novedades cada dos semanas in shaa Allah, y donde puedes descargarte un pequeño ebook gratuito de literatura y recetas.

Que Allah nos facilite nuestros asuntos.

lunes, 15 de enero de 2018

Inculcando valores positivos

Aunque la televisión, las películas y las series son una pérdida de tiempo evidente, ya que se ven deberían aportar algo a nuestras vidas.
Pero es especialmente con nuestros hijos con quienes debemos tener cuidado a la hora de ver dibujos animados o películas.

Nosotros no abusamos demasiado de este tipo de contenidos, pero es cierto que a los niños les gusta sentarse a ver la televisión de vez en cuando. Y el poco tiempo que ven dibujos, me gusta que al menos sean con valores positivos.

En la televisión, bien conocida como telebasura, muestran contenidos violentos, obscenos, maleducados, etc. Pocos dibujos hay que enseñen verdaderos valores.
Incluso, recientemente, se están criticando dibujos y series infantiles y juveniles porque invitan a la homosexualidad.

No seré yo quien entre en el debate de si la televisión está permitida o no en el islam. Ni mucho menos en una polémica sobre la prohibición de la homosexualidad en cualquiera de las religiones monoteistas. Para eso, ya están los sabios que son quienes mejor nos pueden aconsejar.
Y con respecto al tiempo de ocio que gastamos (o malgastamos) frente a una pantalla, soy de la opinión de que hay un término medio. Ni prohibido completamente, ni permitido en su totalidad.
Porque si prohibimos la televisión para alejarnos del haram y no perder el tiempo, y utilizamos como sustituto internet, poco progresamos. Pues ahí hay, incluso, más contenido que nos hace perder el tiempo y nos invita a lo prohibido.

Por eso, y volviendo al tema que ocupa este artículo, voy a hablar sobre lo que permito ver a mis hijos.
Existen series que recuerdo de mi infancia que aportaban valores y mucho contenido a cualquier niño.
Al igual que el libro "El principito" muestra la importancia de la amistad, la humildad, la empatía...
También lo hacen series como "Heidi", "Marco", "La abeja Maya". Incluso para conocer mejor teníamos "Érase una vez... la vida", "Érase una vez... el hombre", "Érase una vez... el cuerpo humano".
Hoy en día, algunas series como Heidi o La abeja Maya se han reeditado con una presentación mucho más atractiva".

Al igual que tenemos internet para buscar información, aprender, criticar en redes sociales, y un sinfín de cosas, aprovechemos la tecnología para que nuestros hijos aprendan valores positivos. Pues el carácter del musulmán no es sólo rezar, sino su comportamiento en general: con él mismo, con la familia, con los vecinos, con la sociedad.

Y, ya puestos, tenemos algo más para utilizar con nuestros hijos.
Quizás sea difícil que se sienten a escuchar historias del Islam y el Corán durante horas, hay que ir poco a poco y con mucha paciencia y dedicación. Pero, como en todo, aprenden más si es de manera divertida, lúdica e indirecta, que si estamos obligándoles a aprender.
La serie "Animales en el Corán", que la encontramos directamente doblada en español, puede ayudarnos en esa tarea de enseñar a nuestros hijos.
El libro digital gratuito "Historias de buenas noches del Corán" es otro recurso para que nuestros hijos aprendan.
Otro recurso, aunque no está en español, es esta serie de Suras cortas del Corán para que los niños practiquen.

Es cierto que hay muy poco material en español, pero como musulmanes, y como padres de las generaciones venideras, tenemos que cambiar la situación:
- Utilizando material en otros idiomas (árabe, inglés, francés) que puedan sernos de ayuda.
- Buscando la semejanza de ciertas historias en español a los valores del Islam.
- Creando y adaptando material en español.

Si tienes alguna idea sobre este tema, te pido que me dejes un comentario. Porque entre todos podemos mejorar la situación.
Si no sabes cómo enseñar a tus hijos y no conoces recursos que puedas aprovechar, déjame un comentario para que alguien pueda aconsejarte y ayudarte.
Si quieres colaborar en la creación de material en español, deja tu comentario.

As salam alaykum wa rahmatu Allah wa barakatu

lunes, 1 de enero de 2018

¿En qué día vivimos?

Recién estrenado el año nuevo 2018, muchas musulmanas y musulmanes han llenado sus redes sociales de felicitaciones por el año nuevo.

Unos lo han felicitado, mostrando empatía por sus familiares y/o convecinos.
Otros, con la mentalidad del más estricto haram, se han dedicado a criticarles y juzgarles por este hecho.
Pero en el término medio está la virtud:

  • Si queremos aconsejar a alguien de que está haciendo algo mal (según nosotros) debemos hacerlo en privado. Atacar a una persona en los comentarios por algo es de muy mala educación. 
  • Puede que esa persona que está felicitando el año nuevo lo haga, simplemente, por educación y empatía por las personas de su entorno que lo están celebrando. Al igual es mucho mejor y más recto en la religión que tú en otros aspectos que no conoces. 
  • Y si está celebrando el año nuevo, es problema suyo. Puede que no vea nada malo en hacerlo y que quiera celebrarlo, no somos quién para juzgar. O puede que, simplemente, le de igual si está bien o mal, y puesto que recaerá sobre su balanza, ¿quién somos nosotros para criticarle?
Con esto, no estoy defendiendo ni la celebración del año nuevo ni las felicitaciones, sino recordando que tenemos que ser conscientes de ciertas cosas antes de actuar. 

Y ahora viene la pregunta: ¿sabemos en qué día vivimos? 
Porque, lógicamente, nos guiamos por un calendario gregoriano que aparece en nuestras agendas. Y todo, absolutamente todo, gira en torno a ese calendario: citas médicas, reuniones, actos, fechas de nacimiento, etc. 
Pero, como musulmanes, debemos recordar que también seguimos el calendario islámico - musulmán -  lunar - hijri. Y por tanto, ser conscientes de las fechas del mismo. 

Muchos de los musulmanes que se esfuerzan por aconsejar y dar una buena imagen de comportamiento ejemplar, ni siquiera saben en qué fecha del calendario hijri nacieron, ni el día que nos encontramos. 

Nos pasamos días mirando y preguntando a ver cuándo empieza Ramadán, cuándo termina, qué día será la Fiesta del Sacrificio... Pero ¡no tenemos ni idea de qué día es hoy en el calendario musulmán! Y pasamos por alto fechas señaladas en el mismo como Ashura o Arafat, por ejemplo. 

Seamos conscientes de que cada uno tiene sus circunstancias personales, y que no somos quien para atacar, criticar, juzgar. 
Aconsejemos en privado, intentando ayudar y no herir. 
Pero, sobre todo, esforcémonos por ser mejores nosotros, aumentar nuestro conocimiento en el din -religión-, y mejorar como musulmanes. 

As salam alaykum wa rahmatu Allah wa barakatu.